sábado, 27 de octubre de 2018

Todavía

A veces creo que cuando te acuerdas de mí, debes pensar "debí haberla valorado"

Hace todavía un par de años, me escuchaba hablando de ti y me percibía inocente y totalmente enamorada, no siento pena al admitirlo.

Lo que recuerdo hoy es que...
...te quise con todas mis fuerzas
te apoyé con total desinterés
te cuidé con auténtica preocupación
te escuché con atención absoluta
te miré como sólo se mira lo sagrado
te deseé con todo mi ser, no sólo el deseo per se
te acompañé, te disfruté, te amé, te leí, te bebí...te amé.

Y un día todo terminó, claro, no fue en un día, antes se sucedieron algunos hechos, supongo desatados por miedos y/o inseguridades.
Cuando te recordaba lo hacía pensando en los adjetivos que encierran los conceptos más efímeros en el sentir: magia, transparencia, intensidad, imposibilidad, pasión, y al mismo tiempo te recordaba como una conexión excepcional.

Luego te dije adiós, pero todavía, a veces, deseo que cuando te acuerdes de mí, pienses: "debí haberla valorado"

martes, 4 de abril de 2017

...Y le digo adiós a 'Luca'

Alto al abuso de poder.
a la cobardía.
a la manipulación.
a las humillaciones.
a la desconfianza.
a las mentiras.
a las estafas.
al nepotismo.
a la ignorancia.
al desprecio.
a la prepotencia.
a los ataques.
a la hipocresía.
a la victimización.
a la entrega sin mesura.

El último día me dijo que el pobre manejo de mis emociones era la causante del término de la relación, en realidad era la testigo incómoda de innumerables formas de abuso de poder, había estado poniendo sobre la mesa verdades de las que no se habían dicho antes, y supongo que acallar las mismas era prioridad y no realizar cambios contundentes, sanos, neutros y funcionales.
Hablar podrá ser incómodo, pero la muerte es quedarse con los brazos cruzados, convirtiéndose no sólo en testigo sino en cómplice.
No tengo madera de espía diplomático, menos de manipuladora.
No pretendo victimizarme, sino cerrar un ciclo que sí bien me enseñó a manos llenas, también me hizo mucho daño.

Adiós 'Luca', gracias por lo que sí hubo y que no fue regalado, gracias por haberme mostrado quién soy y quién no seré jamás.

Gracias y buena suerte.


martes, 14 de junio de 2016

CUENTOS CORTOS DE UN AMOR MUY LARGO (o lo que hicimos el domingo 12 de junio)





Ésa mañana, particularmente, amaneció lluviosa, las banquetas húmedas conducían a Valentina hacia el mismo lugar, un cafecito apenas, donde dos o tres parroquianos, quienes coincidían con ella, secretamente, en que disfrutar el silencio es un pasatiempo casi imposible de vivir en una gran ciudad; sorbían a ratos sus tazas de té o café, intercambiaban indiferentes miradas entre sí, sonreían, indiferentemente también y continuaban con su disfrute personal.

Ella se sentó, pidió al mesero un café americano, señalándolo con el dedo índice en el menú, para no romper con aquel silencio tan húmedo. Leyó un poco, no podía concentrarse mucho, en realidad, sentía haberlo dejado durmiendo, sabiendo que no se haría ningún café, que se levantaría tarde y así saldría, sin comer; quiso volver, se imaginó corriendo, alcanzando a comprar alguna pieza de pan y poniendo a calentar agua en la tetera que ya no chiflaba al hervir.

No lo hizo.

Pensó en el descanso, en la paz que aquella mañana le concedía y la lejanía de volver a tenerla pasando una semana. Habiendo visto lo anterior, ya sin distracción alguna retomó su lectura, en ella, en cada uno de los nombres de sus personajes, y en cada evento, se vio, se vio extremando el resaltar sus ojos con un maquillaje que le ardía en los lagrimales, sacrificio que estaba dispuesta y contentísima de seguir, para obtener que él la mirará con ternura, con deseo, o con el sentimiento que fuere, pero que estuviera dirigido sólo a ella.
Dos horas más tarde él le envió un mensaje de texto, sacándola de un mundo que ella solía disfrutar en niveles inimaginables, porque creía que cada libro le hablaba de momentos que no tenía conscientes en la propia vida, sino hasta leerlos en la persona de la “Joyce” de Alice Munro, o de la “Otilia”, la niña mala de Vargas Llosa, disfrutaba proyectar la historia contada por alguien más, en sus propias historias.

(…)

El mensaje de texto rezaba que moría de hambre, que estaba a mitad del trabajo y que esperaba poder salir a las 5 de la tarde; ella le contestó urdiéndole a terminar lo más pronto posible.
Valentina se estuvo una hora más por el café, ahora no leyendo, disfrutando la humedad de la mañana, le llamó la atención un parroquiano que no dejó de mirar atentamente la cuchara que aún tenía una gota de café, ya fría, a ella le pareció que esperaba ardientemente obtener respuestas con sólo sostener la mirada hacia el inanimado objeto, así como ella las obtenía leyendo, quizá.

Volvió a casa y se dispuso a prepararlo todo para recibirlo, las flores que había obtenido de una anciana a la que elogió su jardín, estaban dispuestas al centro de la mesa, era un ramito austero muy bello. Dispuso los platos, sabía que estaría a minutos de llegar. Y así fue.

Él entró a la casa, fue a besarle, dispuso el resto de los cubiertos, la abrazó por la cintura y besó su vientre por encima del delantal, ella le besó la frente.


Comieron.

martes, 31 de marzo de 2015

De la honestidad y la incongruencia

Alguna vez leí una frase que rezaba: prefiero que me odies por ser honesto a que me ames por mentiroso. 
Que claridad, que congruencia, pensé. 

Sin embargo, ya se sabe que las acciones hablan más que las palabras. 

Qué sucede, entonces, cuando alguien va diciendo por la vida que es honesto, y actuando deshonestamente. 
Qué con la gente que dice estar agradecido por haber recibido apoyo de otros, pero que no lo demuestra ofreciendo su hombro pa' llorar las penas. 
Qué con la gente que va diciendo te quiero como anunciando que vende pepitas. 
Qué con la gente que se muestra disponible cuando hablar de sus tormentos, recuerdos, anhelos, se trata; pero cuando el otro se quiere compartir no tiene el tiempo, o peor, ni lo pregunta, y si cede unos minutos, pero lo que escucha no es de su interés o los incomoda, decide cambiar el tema. 
Qué con la gente que hace responsable de su incapacidad de querer, a los demás, y no acepta lo poco que inspira que se le quiera. 

Qué con la gente que se dice ser amigo y nomás no logra serlo. 

Qué con quienes ven todo esto y continúan poniendo las dos mejillas, los brazos, el pecho. 

Dijo alguien un día que todo se gana en esta vida, eso incluye: el respeto, la admiración, el cariño, la disposición, el interés, etc; para obtener todo eso se trabaja, y para que deje de existir, con ser indiferente y darlo todo por sentado, basta. 



TAN TAN

viernes, 27 de febrero de 2015

La exageración en las mujeres para beneficio de los hombres.


Es mucha la crítica que recibimos las mujeres por parte de los hombres respecto a que todo lo magnificamos; dicen que de todo hacemos ola, que nos encanta suponer, que vivimos por y para el drama. Directamente proporcional a su acusación, es la energía que nosotras invertimos en respuesta para negar lo que, de hecho, debiera ser motivo de orgullo.

Y es que, cómo se explican ustedes que seamos capaces de soportarlos crudos y sin bañarse sino fuera porque suponemos que son el hombre de nuestras vidas.

Conclusión:

Es cierto, las mujeres tendemos a magnificarlo todo…

…a los hombres, por ejemplo.

TAN TAN

viernes, 5 de diciembre de 2014

Así es Valentina

Ella escribe y cuando lo hace te habla su alma
Ella mira y cuando lo hace te esta diciendo lo que siente por ti
Ella toca y cuando lo hace te esta cuidando
Ella besa y cuando lo hace se esta vertiendo en ti
Ella baila y cuando lo hace te seduce
Ella habla y cuando lo hace esta invitandote a que lo hagas también 
Ella quiere, desea, ama, vibra todo el tiempo
Por ti, por ella 
Por todo aquello que para ella eres.

jueves, 2 de octubre de 2014

De las percepciones...(y conjeturas)

Ayer platicaba con mi hermana sobre la importancia de saber que los "issues" que tenga la gente conmigo la mayoría de las ocasiones no está en sí relacionado con algo que he hecho u omitido hacer y  resulta hasta placentero descubrir esto cuando se es el "target", sin embargo, cuando se es quien siente por el otro tal o cual emoción, es difícil reconocer que lo que se siente poco tiene que ver con quien es el otro, con lo que ha hecho o dejado de hacer en lo que a la relación que tiene con nosotros se refiere, con qué tiene que ver entonces...en la mayoría de las veces, sólo con nuestras percepciones, interpretaciones, conjeturas del asunto en cuestión.

Llevo meses enfrascándome en una montaña de emociones con cierto ser humano, mi sentir con éste se encuentra sujeto en su totalidad, no de lo que dice o calla, no en lo que hace u omite hacer, sino en mi percepción de todo ello. Es una experiencia fuerte enfrentarme con la realidad de los sentires, de dónde están surgiendo, y ver que la mayoría han sido fecundados en las aguas de las terribles conjeturas. Y no sólo con el sujeto que ocupo de ejemplo, me atrevo a creer que en todas mis relaciones me he manejado frecuentemente de ésta manera, supongo, asumo mis suposiciones como ciertas y en base a ellas reacciono.

Malo cuando el pasar del tiempo y las acciones del otro me demuestran que estaba equivocada y es demasiado tarde para recuperar la relación.

Peor cuando mis suposiciones me llevan a ponerle guirnaldas en la frente a quien se merece, de hecho, una patada en los huevos.

TAN TAN